Esta fábula china comienza cuando un cordero paseaba por la selva y de pronto se topó con lo que parecía la piel de un tigre.
El cordero se acercó temeroso, pero al comprobar que solo se trataba de la piel del feroz animal muerto, decidió utilizarla para disfrazarse de tigre. Al hacerlo se sintió fuerte y poderoso y hasta creyó que podía rugir como él.
El pequeño cordero saltaba muy ágil y recorría la selva con mucho orgullo y sin miedo, pavoneándose delante de los otros animales.
De pronto, el cordero vio a lo lejos que un lobo se le acercaba y entonces comenzó a temblar de miedo, olvidando que llevaba la piel del tigre.
Moraleja de la fábula china “El cordero que vistió la piel de tigre”
La fábula china “El cordero que vistió la piel de tigre” nos deja la siguiente moraleja: No te puedes mentir a ti mismo por mucho tiempo y no debes actuar como realmente no eres, ya que en algún momento deberás enfrentarte a la realidad y quedarás como necio y cobarde.
Con esta fábula china del cordero que vistió piel de tigre, podemos reflexionar acerca de los siguientes valores:
- Las apariencias son muy diferentes a la realidad.
- Podemos mentir a otros, pero no a nosotros mismos.
- Todos experimentamos la emoción del miedo y es válido.
Podemos interpretar el papel de otra persona para aparentar ser quienes no somos, pero una emoción como el miedo, hará que actuemos como somos realmente y nuestra personalidad saldrá a flote.
Aunque intentemos aparentar un carácter que no es propio de nosotros, no podemos mentirnos para siempre. Por eso, aunque el cordero se sentía muy fuerte por llevar puesta la piel del tigre, terminó demostrando quien era realmente cuando se encontró con el lobo.
Yang Xiong (53-18 a. C.)
“Una oveja se cubrió con la piel del tigre. Al ver la hierba se alegraba; al ver al chacal temblaba. Ella olvidaba que la piel que llevaba era la del tigre”.